Criterios de evaluación bajo incertidumbre
Criterio Maximino o Pesimismo:
Fue
sugerido por Abraham Wald y representa una filosofía pesimista para alcanzar
los resultados. Se trata de asegurar una ganancia o una pérdida conservadora.
El criterio consiste en identificar el peor resultado de cada alternativa y de
estos peores valores escoger el mejor, la alternativa correspondiente será la
elegida, es decir:
El decisor de este criterio es
completamente pesimista, puesto que asume que pasará lo peor cuando haya
seleccionado una alternativa. Para protegerse, el decisor seleccionará aquella
alternativa que tenga un mayor valor siguiendo esta presunción pesimista (lo
mejor de lo peor).
Suponiendo que el decisor seleccione la
primera acción, lo peor que puede pasar es que pierda el 2% cuando el estado de
la naturaleza sea sin legislación y alta competencia. Igualmente, lo peor para
la segunda situación en -10 y para la tercera es -20 (el número menor de la
fila en este caso). Esta información se introduce en una nueva columna
etiquetada “Peor”. De esta columna se selecciona el mejor valor (-2 en este
ejemplo); el decisor maximiza los valores mínimos. El uso de este criterio
garantiza que el decisor en el peor caso posible tendrá una pérdida de 2.
Criterio Maximax u optimista:
El decisor optimista asume que ocurrirá el
mejor resultado y seleccionará la alternativa con el mayor valor posible.
Así pues, el decisor busca el mejor valor
posible para cada alternativa. Este lo localiza en una nueva columna en la
derecha de la tabla de decisión. Se selecciona la alternativa con el mejor
valor en esta nueva columna (mejor de los mejores).
Obsérvese también que no se presta
atención a mucha información disponible, solo se consideran los valores más
altos. Luego un decisor optimista en un jugador que desprecia el riesgo y se
fija solo en las oportunidades.
Criterio Arrepentimiento o
Minimax:
John von Neumann es el creador del teorema
minimax, quien dio la siguiente noción de lo que era un juego:
“Un juego es una situación conflictiva en
la que uno debe tomar una decisión sabiendo que los demás también toman
decisiones, y que el resultado del conflicto se determina, de algún modo, a
partir de todas las decisiones realizadas.”
También
afirmó que:
“Siempre existe una forma racional de
actuar en juegos de dos participantes, si los intereses que los gobiernan son
completamente opuestos.”
La
demostración a esa afirmación se llama teoría minimax y surge en 1928.
El criterio de arrepentimiento minimax
utiliza el concepto de costo de oportunidad para llegar a una decisión.
Consiste en que para cada acción y cada estado del mundo, se compara lo mejor
que pudo haber sucedido en cada situación con lo que realmente sucedió.
Para
la primera situación, el cálculo del arrepentimiento sería:
24-10=14
24-17=7
24-24=0
Para
la segunda situación sería:
15-5=10
15-10=5
15-15=0
Para
la tercera situación sería:
4-4=0
4-1=3
4+3=7
Para
la cuarta situación sería:
-2+2=0
-2+10=8
-2+20=18
La
siguiente tabla resume los resultados para el arrepentimiento minimax:
De estas opciones se debe escoger el menor
arrepentimiento. Bajo este criterio la mejor decisión sería escoger la opción
2.
Criterio del Valor Esperado:
El decisor de este criterio asume que todos los
estados de la naturaleza son igualmente propensos a ocurrir; luego asigna a
todos la misma probabilidad. Se calculan los valores esperados y se selecciona
la alternativa con mejor valor esperado.
Así pues,
la mejor alternativa es la segunda, con un valor esperado de 18/4.
NOTA: los criterios de arrepentimiento minimax y Valor
esperado, siempre dan como resultado escoger la misma alternativa.
Criterio Veiper
(Valor Esperado con Información Perfecta):
Consiste
en escoger de cada situación de la naturaleza, el mejor de los resultados,
asumiendo que todos son igualmente propensos a ocurrir, por ende se les asigna
la misma probabilidad; el resultado representa la mayor rentabilidad sobre la
inversión que se puede obtener con la construcción del edificio adicional.
A continuación se muestra la tabla para obtener el
valor del VEIPER:
VEIPER: (0.25*14) + (0.25*10) + (0.25*7) +
(0.25*18)
VEIPER: 12.25
Este
valor puede ser comparado con ofertas para maximizar la rentabilidad tales como
estudios de mercado y permite calcular la cantidad máxima que se debe pagar por
esta información.
Para el
ejemplo, el director del proyecto, no debe pagar más de $7.75 por ninguna
información, porque de lo contrario, estaría perdiendo dinero.
Ejemplo
aplicando el Criterio de Laplace:
Suponga
que debe tomar una decisión sobre un nuevo modelo de equipo industrial a
instalar en su organización. En concreto debe elegir entre tres equipos de
distinta capacidad, funciones, facilidad de uso y precio. Usted, como
responsable de la decisión final sabe que el rendimiento del equipo depende de
la adaptación de los operarios a los mismos, ya que su instalación supone un
cambio en los procesos de trabajo y el desarrollo de nuevas competencias. Usted
puede estimar razonablemente el beneficio que dicho equipo proporcionará en
base a la adaptación de los operarios, de forma que puede construir la
siguiente matriz de decisión:
Este
criterio, propuesto por Laplace en 1825, está basado en el principio de razón
insuficiente: como a priori no existe ninguna razón para suponer que un estado
se puede presentar antes que los demás, podemos considerar que todos los
estados tienen la misma probabilidad de ocurrencia, es decir, la ausencia de
conocimiento sobre el estado de la naturaleza equivale a afirmar que todos los
estados son equiprobables. Así, para un problema de decisión con n posibles
estados de la naturaleza, asignaríamos probabilidad 1/n a cada uno de ellos.
Este
procedimiento propone que se sumen las consecuencias posibles de cada acción y
se divida entre el número de sucesos posibles. La acción con mayor valor con
base en la hipótesis de igualdad de probabilidad sería la más deseable. Si no
se sabe mucho acerca de la probabilidad de los sucesos posibles, algunas
personas dirían entonces que se debe suponer que cada suceso tiene la misma
probabilidad. Sin embargo, es muy raro el caso en el que no se tenga alguna
idea acerca de la probabilidad de los sucesos. Estas probabilidades, que pueden
o no estar basadas en pruebas objetivas, deben usarse en el análisis si se
desea que la acción sea consistente con nuestro juicio. Si se considera que un
suceso es más probable que otro, al suponer automáticamente que todos los
sucesos tienen la misma probabilidad no se asegura tal consistencia. Pero es
adecuado asignar la misma probabilidad a cada estado de la naturaleza cuando se
desconoce su ocurrencia, a fin de considerar que dichos estados de la
naturaleza pueden ocurrir.
La regla
de Laplace selecciona como alternativa óptima aquella que proporciona un mayor
resultado esperado:
Centrándonos en nuestro problema, si admitimos la equiprobabilidad de
cada una de las situaciones posibles, la probabilidad de cada una será 1/3 y
tendrá un valor esperado resultado de aplicar la expresión anterior. Así, para
la alternativa 1 será:
Operando
igual con A2 y A3 podemos obtener la siguiente columna de resultados:
Por lo
que el decisor debería elegir la alternativa 3 que es la que proporciona un
mayor valor esperado ya que estamos operando con beneficios. Nótese que elegir
esta alternativa no supone unos beneficios de 700. Los beneficios esperados
para esta alternativa serán 650, 550 o 900 (siempre y cuando las estimaciones
del decisor sean correctas en cuanto al conjunto de resultados)
Si
operásemos con costes, obviamente elegiríamos aquella alternativa que resultase
un coste esperado menor.
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